Cada vez se oyen más los conceptos “gestión forestal sostenible” y “certificación forestal”. Son términos que, afortunadamente, poco a poco van entrando en el vocabulario de nuestra sociedad.
Aún así, siguen siendo términos poco conocidos en realidad y que suelen plantear dudas entre los ciudadanos. Por esa razón hemos elaborado este post, en el que, desde nuestro firme compromiso con la gestión forestal sostenible, intentamos disipar las principales dudas al respecto.
Comenzamos.
¿Qué es la gestión forestal sostenible?
La gestión forestal sostenible es el manejo de las masas forestales, que concilia el aprovechamiento de los productos del bosque con su capacidad de regeneración, su biodiversidad, su salud y vitalidad, de manera que puedan persistir y seguir cumpliendo sus funciones tanto ahora como en el futuro.
¿Qué es la certificación forestal?
La certificación forestal es un proceso en el que una entidad independiente, oficialmente acreditada, certifica que la gestión de una determinada superficie forestal se realiza de acuerdo con criterios de sostenibilidad FSC/PEFC, así como que el aprovechamiento cumple con la legislación correspondiente del país de origen. Y controla después cada eslabón de la cadena de custodia, cuando la madera certificada entra en las fábricas.
¿Cómo funciona la certificación forestal?
Sigue el rastro de la madera desde el bosque hasta el consumidor final, quien recibe un producto con una etiqueta FSC o PEFC que garantiza su procedencia de un bosque gestionado sosteniblemente.
¿Qué ofrece la certificación forestal al consumidor?
Ofrece la garantía la de que los productos papeleros que utiliza son
sostenibles y procedentes de aprovechamientos legales.
Claves en España para la gestión forestal sostenible y su certificación
En nuestro país, la fragmentación de la propiedad forestal ha sido tradicionalmente un obstáculo para el desarrollo de la gestión forestal sostenible. Dos tercios de la superficie forestal son montes privados de titularidad individual o comunitaria, en manos de más dos millones de propietarios forestales privados. La tercera parte restante es pública y pertenece a entidades locales, comunidades autónomas y estado.
En este contexto, resulta clara la necesidad de una nueva figura societaria orientada a promover e incentivar la agrupación de las pequeñas propiedades forestales que permita tener una gestión activa. Los montes tanto públicos como privados debe estar documentados y contar con instrumentos que garanticen su planificación y su gestión conforme a criterios de sostenibilidad, lo que requiere grandes inversiones, que hacen necesaria una política fiscal por la gestión forestal.
Desde nuestros orígenes, en IMSanchis siempre hemos apostado por la gestión forestal sostenible. Por esa razón nos aseguramos de que el papel que utilizamos para la fabricación de nuestras bolsas procede de maderas certificadas.
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