Se acerca el Día Internacional de la Mujer, y por esa razón nos ha parecido pertinente dedicar un artículo a la persona detrás de la bolsa de papel moderna, tal y como la conocemos hoy en día.

Se trata de una mujer, la estadounidense Margaret Knight (1838-1914), una de las inventoras más relevantes del siglo XIX, cuyos ideas innovadoras revolucionaron muchos campos del diseño industrial, ayudando a que la revolución industrial (por aquel entonces aún en pañales) evolucionara hacia la modernidad.

Nacida en York (Maine), pronto quedaría huérfana de Padre, mudándose a Manchester (New Hampshire) donde trabajaría siendo niña en una fábrica textil. Fue allí donde, con tan solo 12 años, ideó su primer invento tras presenciar un grave accidente laboral. Se trató de un mecanismo de seguridad que detenía el telar cuando alguien quedaba atrapado.

Tras abandonar la fábrica textil, en 1866 se trasladó a Springfield (Massachussets). Allí comenzó a trabajar en la Columbia Paper Company.

Antes que nada conviene recalcar que si bien muchos consideran a Margaret Ellen Knight como la inventora de la bolsa de papel, esta definición no resulta del todo correcta, ya que la bolsa de papel como tal ya había sido inventada y comercializada desde 1852, año en el que Francis Wolle patentó tanto la bolsa de papel como la máquina para fabricarla.

Sin embargo, el producto presentaba algunos errores en su diseño que lo hacían poco útil y nada versátil. No obstante, tanto Francis Wolle como su socio George West sacaban suculentos beneficios de la producción de bolsas de papel, que por aquel entonces no eran más que un tubo alargado con un fondo plegable, similar a un sobre. Eran bolsas muy débiles, que apenas podían soportar peso, por lo tanto con un uso muy limitado, pero que debido a su coste (más bajo que las de tela) comenzaban a ser usadas de forma masiva por la gente.

Y ahí fue cuando a Margaret Knight se le ocurrió la idea de mejorar el invento de Wolle. Su idea consistía en mecanizar todo el proceso (cortado, doblado y pegado). De esta forma, las bolsas tendrían mayor amplitud y una mayor resistencia, lo que las hacía mucho más útiles y versátiles. Su diseño sería muy similar a la bolsa de papel estándar que conocemos hoy en día, tan utilizada por todo tipo de comercios (farmacias, pastelerías, supermercados, etc…)

Tras varios bocetos, en 1868 creó con madera el primer prototipo, una máquina que podía fabricar más de 1000 bolsas en tiempo record. Tras el éxito, intentó patentar la máquina. Sin embargo, la oficina de patentes le exigía que su máquina fuera diseñada en hierro y no en madera. Con ese fin se desplazó a Boston, pero cuando regresó e intentó patentar su máquina ya construida con hierro, se encontró con que en Diciembre de 1870, Charles F. Annan le había robado la idea.

Ella no dudó en interponer la denuncia y embarcarse en un costoso litigio contra Annan del que, finalmente, salió victoriosa. Cabe destacar que la principal defensa de Annan en el juicio Annan se basó en la supuesta imposibilidad de una mujer al la hora de realizar diseños técnicos sofisticados, argumento de un machismo recalcitrante que hoy en día nos parecería bochornoso pero que en aquella época resultaba un argumento tan válido como cualquier otro. Esto hizo que el juicio se convirtiera en un alegato en favor de los derechos de la mujer y el feminismo, y que la victoria de Margaret Knight significara un avance fundamental en este sentido.

Entre 1870 y 1871, y con ayuda de un potente inversor, Margaret Knight se establecería en Hartford (Conneticutt) y crearía la empresa Easter Paper Bag Company, con el fin de poder explotar su invento de manera comercial.

El éxito de su invento fue inmediato y rápidamente grandes almacenes de Nueva York (como R. H. Macy & Co. o Lord & Taylor) se apresuraron a comprar sus bolsas de papel, más fáciles de transportar y almacenar y mucho más resistentes, lo que muy pronto significó un aumento en el volumen de compras.

El uso de las bolsas de papel traspasó fronteras, llegando a Europa a través de Inglaterra. Allí el éxito fue tal, que la mismísima reina Victoria condecoraría en 1871 a Margaret Knight por su invento, un invento que ella misma seguiría perfeccionando y mejorando en sucesivos avances implementados en su máquina y en el proceso de fabricación de las bolsas.

Su actividad inventora no se limitaría solo a las bolsas de papel. Todo lo contrario, la inquieta mente de Margaret Knight tuvo tiempo para desarrollar avances en el sector textil, la imprenta, la vivienda, la cocina o el motor

En 1914, a la edad de 76 años, Margaret Knight fallecía en Framingham a la edad como consecuencia de una neumonía y de una litiasis biliar. A pesar de la grandes cantidades de dinero que le habían proporcionado sus patentes y sus diferentes empresas, su herencia ascendía a apenas 275 dolares.

En 2006 fue incorporada al National Inventors Hall of Fame de EE. UU.

Margaret Knight

2 Comentario

  • por Begoña
    Publicado
    17 de octubre de 2018 11:26 0Likes

    Interesantísimo artículo, muchas gracias.

    • por IMSanchis
      Publicado
      18 de octubre de 2018 09:05 0Likes

      Muchas gracias Begoña

      Un saludo

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